domingo, 29 de mayo de 2016

Sopa de chinchetas.



Estoy a la deriva
y no encuentro los manguitos.
El mar abierto
me da claustrofobia
y no,
no quiero aprender a nadar.

Tengo un poco de agua,
una bengala,
21 chinchetas
y mucho tiempo.
Con el agua
he regado las algas
a ver si me dan
algo de sombra;
la bengala
descansa en las profundidades
(no quería provocar
un incendio en la balsa),
y con las chinchetas
me he hecho una sopa de mar
que me ha quedado
ligeramente sosa.

Menos mal
que soy inmortal,
porque con el tiempo,
con todo este tiempo,
si que no se qué hacer,
y no se si aguantaría
toda una vida
a la deriva
sin tirarme al mar.

Menos mal
que soy inmortal.

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